El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este jueves un real decreto ley que prorroga, hasta el 31 de diciembre, la medida que permite a los regantes cambiar sin coste la potencia de tarifa eléctrica en menos de 12 meses. Esta medida, implementada inicialmente en 2022 y objeto de sucesivas prórrogas, busca apoyar al sector regadío en un contexto de altos precios de la energía y contribuir a un uso más eficiente de la electricidad.
En España, los regadíos representan el 22,1 % de la superficie agraria útil, abarcando más de 3,7 millones de hectáreas, según los últimos datos oficiales.
Flexibilidad para adaptar el consumo
Gracias a esta prórroga, los regantes podrán realizar más de un cambio de potencia eléctrica contratada en un plazo inferior a un año. Esto les permitirá adaptar la potencia necesaria al consumo real de sus explotaciones, optimizando el gasto energético y reduciendo costes.
Asumiendo el coste para aliviar la carga
La Administración General del Estado asume el coste de los cambios de potencia, lo que representa un importante ahorro para los regantes. Esta medida se enmarca dentro del paquete de ayudas implementado por el Gobierno para paliar el impacto económico de la crisis energética y la guerra en Ucrania.
Otras medidas incluidas en el decreto
El real decreto ley también recoge la prórroga del IVA al 0 % hasta el 30 de septiembre para alimentos básicos como leche, pan, harinas, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, quesos y huevos. A esta lista se suma ahora el aceite de oliva, que a partir de ahora se incluirá en la cesta de alimentos básicos y a partir del 1 de octubre y hasta el 31 de diciembre tendrán un IVA del 2%, ya en 2025, volverán a su porcentaje habitual del 4%
El resto de aceites de semillas y las pastas alimenticias mantendrán el IVA al 5 % hasta finales de septiembre, y a partir de octubre se situará en el 7,5 %.
La industria alimentaria representa el 15,8 % del consumo energético de la industria manufacturera española, incluyendo empresas que elaboran y procesan aceites, patatas, zumos, azúcar, pescados y conservas.
También se beneficiarán de la norma las industrias gas intensivas, como las que fabrican azúcar y otros aceites y grasas.