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La Comisión Europea ha presentado nuevas propuestas para abordar el desequilibrio entre oferta y demanda en el sector del vino, con medidas que buscan tanto la prevención de excedentes como la adaptación de la producción a las tendencias de consumo actuales.

Medidas para la gestión de la oferta y prevención de crisis

Dentro de estas propuestas, se plantea que los Estados miembros puedan conceder ayudas nacionales para medidas como la destilación de vino, la cosecha en verde y el arranque de viñedos en casos de crisis justificadas. Estas ayudas estarían sujetas a límites financieros, no pudiendo superar el coste del producto o de las operaciones implicadas, más un incentivo adicional. Además, la suma total de la ayuda nacional anual no podrá sobrepasar el 20% de la asignación recibida de la UE dentro de la intervención sectorial vitivinícola.

La Comisión Europea establecerá criterios específicos para determinar cuándo se considera una situación de crisis, asegurando que las ayudas se concedan en contextos justificados.

Flexibilización en las autorizaciones de replantación

En el ámbito de la gestión de la oferta, se propone una mayor flexibilidad en el régimen de autorizaciones de replantación, ampliando su validez de tres a ocho años desde su concesión. Esto permitiría a los viticultores disponer de más tiempo para elegir variedades mejor adaptadas a la demanda del mercado o a las condiciones climáticas cambiantes.

Por otro lado, los productores con autorizaciones concedidas antes del 1 de enero de 2025 no serán penalizados si deciden no utilizarlas. Asimismo, los Estados miembros podrán limitar la concesión de nuevas autorizaciones de plantación en regiones con exceso de oferta y, en ciertos casos, fijar el límite en cero.

 

Apoyo para la adaptación climática y resiliencia del sector

Para fortalecer la resiliencia del sector vitivinícola frente al cambio climático, se propone un incremento de la ayuda financiera máxima de la Unión Europea hasta el 80% de los costes de inversión subvencionables para aquellas iniciativas dirigidas a la mitigación y adaptación climática.

Facilidades en la comercialización, etiquetado y promoción

Para impulsar la comercialización del vino, se busca simplificar las normas para los productos con menor contenido de alcohol, estableciendo denominaciones comunes en el mercado único. Además, se armonizará el sistema de etiquetado, reduciendo costes y facilitando el acceso de los consumidores a la información.

En cuanto a la promoción de los vinos europeos, la duración de las campañas financiadas por la UE para consolidar mercados en terceros países se ampliará de tres a cinco años, garantizando un mayor impacto en la proyección internacional del sector.

Por último, se prevé un respaldo a las agrupaciones de productores encargadas de la gestión de vinos con indicaciones geográficas protegidas, incentivando el desarrollo del enoturismo como herramienta para el crecimiento económico de las zonas rurales.

Estas iniciativas buscan ofrecer soluciones concretas para el sector vitivinícola, equilibrando la oferta y demanda, adaptándose a los retos climáticos y reforzando su competitividad en el mercado global.