Crecimiento del volumen de indemnizaciones en el sector agrícola
En los primeros cinco meses del año 2025, el volumen de indemnizaciones por siniestros agrarios ha experimentado un notable incremento, alcanzando los 310 millones de euros, lo que representa un 17 % más en comparación con el mismo período del año anterior. De esta cifra, más de 130 millones de euros corresponden exclusivamente al mes de mayo, el más afectado por eventos climáticos adversos.
El número de siniestros agrícolas notificados supera los 46.000 casos, a los que se suman cerca de 44.000 incidentes relacionados con la ganadería. Estos datos reflejan el fuerte impacto de las condiciones meteorológicas sobre la producción agropecuaria nacional.
Daños provocados por las tormentas de primavera
Durante mayo, la inestabilidad atmosférica caracterizada por tormentas frecuentes y granizadas intensas ha causado estragos en diversas regiones agrícolas del país. Más de 204.000 hectáreas fueron declaradas como superficie afectada solo en ese mes, en su mayoría por daños de pedrisco, fenómeno que se ha intensificado en frecuencia y severidad en los últimos años.
Este tipo de tormentas, especialmente virulentas durante la primera quincena de mayo, provocaron afectaciones en cultivos en estados de desarrollo temprano, generando pérdidas significativas en cosechas sensibles.
Siniestros acumulados en junio
La situación ha continuado en los primeros días de junio, con más de 116.000 hectáreas adicionales declaradas como afectadas por fenómenos meteorológicos, principalmente granizo. La cifra total de superficie siniestrada en lo que va de año supera ya las 375.000 hectáreas, convirtiendo esta campaña en una de las más difíciles de los últimos tiempos.
Distribución regional de los daños agrícolas
Las tormentas han tenido un impacto desigual por comunidades autónomas, siendo Castilla-La Mancha la región más afectada, con más de 57.000 hectáreas siniestradas, seguida de Aragón, que ha registrado más de 50.000 hectáreas dañadas. Las provincias más afectadas en ambas comunidades han sido Albacete, Toledo, Zaragoza y Huesca.
Otros territorios con cifras relevantes de daños son:
- Castilla y León: 18.500 hectáreas afectadas
- Región de Murcia: casi 13.000 hectáreas
- Comunidad Valenciana: 11.300 hectáreas
- Cataluña: 9.300 hectáreas
- Navarra: cerca de 8.000 hectáreas
Estos datos reflejan una distribución geográfica amplia, con pérdidas significativas en distintas zonas productoras del país.
Cultivos con mayores daños durante la campaña
Entre los cultivos más castigados por las inclemencias meteorológicas destacan:
- Frutales: más de 100 millones de euros en daños estimados
- Herbáceos extensivos: cereales de invierno y leguminosas
- Uva de vino: con numerosas parcelas afectadas
- Cítricos: especialmente sensibles a granizo en determinadas fases fenológicas
- Hortalizas: como ajo, cebolla, guisante, brócoli, patata y tomate
Las tormentas han impactado tanto en cultivos de secano como en regadíos, afectando la rentabilidad de muchas explotaciones.
El pedrisco, un fenómeno meteorológico en aumento
El pedrisco se consolida como uno de los riesgos climáticos más preocupantes para el sector agrario. En los últimos años, su frecuencia ha aumentado de forma sustancial y ha generado importantes pérdidas económicas.
Desde 2018, los siniestros por granizo han acumulado indemnizaciones superiores a los 1.480 millones de euros, siendo el principal desencadenante de daños en campañas agrícolas recientes. Su potencial destructivo afecta a la calidad del producto, la viabilidad de las cosechas y compromete la sostenibilidad financiera de las explotaciones.
Importancia de contar con protección frente a riesgos meteorológicos
Ante la creciente exposición del sector agrario a eventos climáticos extremos, se vuelve imprescindible disponer de coberturas eficaces que protejan a los productores frente a las consecuencias de estos siniestros. Las cifras registradas en lo que va de año demuestran la magnitud del problema y la necesidad de contar con mecanismos de apoyo y compensación económica que permitan la continuidad de las explotaciones.